lunes, 27 de abril de 2009

Y por sus llagas hemos sidos sanados.....


Esta oracion aliviara el alma y el cuerpo del enfermo:

Jesús mío, perdón y misericordia, por los méritos de tus Santas Llagas.



Jesus es la salud

Señor, Tú eres la Salud.
Tú viniste para darnos Vida,
para ofrecernos nuevas posibilidades
y abrirnos nuevos horizontes.
Señor, Tú ensanchas nuestro corazón
y das alas a nuestra libertad.
Tú curas nuestras heridas internas
y nos invitas a ser
dueños de nosotros mismos
y servidores de los demás.
Tú nos ayudas a vivir sanamente
las experiencias dolorosas de la vida
y a crecer desde la pequeñez.
Gracias, Señor,
porque has compartido nuestra vida,
y, amándonos hasta el final,
nos has revelado
que sólo el amor sana y salva.
Amén.

sábado, 25 de abril de 2009

ORACIÓN DEL ENFERMO INVÁLIDO de Manuel Lozano


Oracion del enfermo invalido de Manuel Lozano ("San Lolo")
¡Señor, nosotros, los enfermos, nos acercamos a Ti!
Somos los «inútiles» de la humanidad. En todas partes estorbamos.
No podemos echar nuestra parte a la economía maltrecha del hogar difícil.
Gastamos y consumimos dolorosamente los pobres ahorros en medicinas, en inyecciones, en apresuradas visitas de médicos.
Todos sonríen, nosotros lloramos en silencio.
Todos trabajan; nosotros descansamos forzosamente. Quietud más fatigosa que la misma labor. No podemos levantar la silla que ha caído, ni acudir al teléfono que suena; ni abrir la puerta cuando toca el timbre... No nos es permitido soñar; ni amar a una mujer o a un hombre; ni pensar en un hogar; ni acariciar con los dedos de la ilusión las rubias cabezas de nuestros hijos.
Y, sin embargo, sabemos... que tenemos reservada para nosotros una empresa muy grande: ayudar a los hombres a salvarse, unidos a Ti.
Haz, Señor, que comprendamos la sublime fuerza del dolor cristiano. Que conozcamos nuestra vocación y su sentido íntimo.
Recoge, Señor, como un manojo de lirios, en tus manos clavadas, nuestra inutilidad, para que les des una eficacia redentora universal.
La salvación del mundo la has puesto en nuestras almas.
Que no te defraudemos.

Manuel Lozano Garrido, conocido popularmente como Lolo, fue cristiano y periodista. Nació en Linares (Jaén, España) en 1920. A los 22 años sufrió un ataque de reumatismo articular progresivo que al poco tiempo lo postró en una silla de ruedas. Ello no le quitó la alegría de saberse hijo de Dios y cuando la enfermedad le paralizó su manó derecha aprendió a escribir con determinación con la izquierda y más tarde con la boca. Finalmente perdió también la vista. Preguntado en una ocasión tras una visita a Lourdes si había implorado a la Virgen por su curación respondió: "Pero, ¡cómo iba a ser tan egoísta que pidiese mi curación habiendo allí tal cantidad de enfermos que la necesitaban más que yo!". Escribió numerosos libros y artículos. Murió sin perder nunca la esperanza en 1971. Su proceso de beatificación se inició en 1994. Para más información sobre la vida de este santo camino de los altares ver el excelente artículo "

Oracion del sanador herido


Oración del «sanador herido» por José María Rubio

Señor Jesús:
Tú me escogiste para anunciar a los enfermos la sanación y me enviaste
a proclamar la liberación del sufrimiento a los que viven cautivos del dolor, a dar la vista a los que no consiguen verte en el mundo de la salud y la libertad a los oprimidos
por una medicina deshumanizada,
y a proclamar con mi trabajo
un tiempo de Gracia del Señor

Yo sé que Tú eres la Salud
y que en tu propia carne he sido curado.
Porque te hiciste
Enfermo para curar mi enfermedad,
Oprimido para conseguir mi liberación,
Pobre para remediar mi necesidad,
Olvidado para acompañar mi soledad,
Paciente para aliviar mi sufrimiento,
Caña quebrada para sostener mi debilidad,
Silencio para que yo pueda oír,
Ciego para que yo pueda ver,
Muerte para alcanzar mi curación.

Haz también de mí, Señor,
un instrumento de tu Salud
en medio de mis hermanos.

Que mi enfermedad
no me impida ver su enfermedad,
que mi cansancio no sea nunca
una excusa al lado de su cansancio,
que mi debilidad no me paralice
cuando llegue su debilidad,
que mi desilusión no quebrante su esperanza,
que mi desaliento no destruya su ilusión.

Que a pesar de mi ceguera, él alcance a ver
y aunque mis oídos no entiendan todas sus palabras
a pesar de mis ruidos y mi silencio,
él consiga oír.
Que muriendo un poco cada día a su lado, con mi propia vida aliente su curación.

Haz, Señor, que mi miseria no sea nunca un obstáculo para tu misericordia.

Porque tú también estabas enfermo y nos curaste,
Estabas cansado y nos levantaste,
Estabas derrotado y ganaste nuestra Salvación,
Estabas clavado y conquistaste nuestra libertad,
Estabas triste y nos llenaste de alegría,
Sufriendo nuestra violencia
nos rescataste de la violencia,
Expirando nos alcanzaste la esperanza,
Muriendo conseguiste nuestra Paz.

jueves, 23 de abril de 2009

•Vía Crucis del Enfermo

1RA ESTACION: Jesús es condenado a muerte.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: “Amanecía. Los soldados habían tomado prisionero a Jesús y lo llevaron al tribunal de Poncio Pilato. Este lo interrogó diciendo: ¿Eres tú el Rey de los Judíos? Jesús le respondió: Tú lo dices, Yo soy Rey, para esto he nacido y he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad. El que es de la Verdad, escucha mi voz. Pilato, mirando a la multitud, dijo: ¿Qué haré entonces con Jesús, llamado el Mesías?. Todos contestaron: Que sea crucificado!. Pilato insistió: ¿Qué mal ha hecho?. Pero ellos gritaban cada vez más fuerte: ¡Que sea crucificado!. Pilato hizo traer agua y se lavó las manos delante de la multitud diciendo: Yo no soy responsable de la sangre de este justo. Es asunto de ustedes. Y todo el pueblo respondió: Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos! Entonces, Pilato se los entregó para que lo crucificasen” (Jn 19,14b-16)

Oración: Señor, a pesar de que todos estaban en contra tuyo y pedían tu muerte, tú te mantuviste firme hasta el final, sosteniendo que tú habías venido al mundo para dar testimonio de la Verdad. Sólo Tú, Señor, eres la Verdad y sé que Tú, que eres la Verdad, escuchas mi voz. Yo también me siento a veces “condenado” por mi enfermedad, al igual que tú te sentiste condenado por el pueblo judío. Ayúdame a tener tu fortaleza y a dar testimonio de Ti, Verdad absoluta, ante mis familiares y amigos, desde mi enfermedad. Te pido también por los cristianos de todo el mundo que hoy son perseguidos, encarcelados y hasta asesinados por dar testimonio de la Verdad, para que les des la fortaleza necesaria para no dejarse vencer. Perdón Señor, porque pequé contra Ti.

Padrenuestro, Gloria.


2DA ESTACION: Jesús lleva la cruz sobre sus hombros.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: “Los soldados llevaron a Jesús dentro del palacio, y convocaron a toda la guardia. Lo vistieron con un manto de púrpura, hicieron una corona de espinas y se la colocaron. Y comenzaron a saludarlo ¡Salud, rey de los judíos! Y le golpeaban la cabeza con una caña, le escupían y, doblando la rodilla, le rendían homenaje. Después de haberse burlado de él, le quitaron el manto y le pusieron de nuevo sus vestiduras. Luego lo hicieron salir para crucificarlo. Jesús, cargando sobre sí la cruz, salió de la ciudad para dirigirse al lugar llamado del cráneo, en hebreo: Gólgota” (Mc 15,16-20; Jn 19,17)

Oración: Señor, esa cruz que cargaste sobre tus hombros eran todos nuestros pecados, MIS pecados. ¿Qué amor es más grande que aquel que es capaz de asumir las culpas ajenas? Bien sabes Señor que yo también cargo una pesada cruz: mi enfermedad. Ayúdame Señor a hacer de mi enfermedad, no un motivo para autocompadecerme, para quejarme, para renegar de la vida, sino que sepa asumirla con alegría y fortaleza, como tu hiciste con tu Cruz, y llevarla por el camino de mi vida con el orgullo de saber que tengo la posibilidad de compartir tu sufrimiento redentor. Te ofrezco Señor mi cruz por mis pecados y por la conversión de todos los pecadores. Acéptala como mi humilde ofrenda para que se una a tu cruz por la salvación del mundo entero. Perdón Señor, porque pequé contra Ti.

Padrenuestro, Gloria.


3RA ESTACION: Jesús cae por primera vez.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: Jesús, llamando a la multitud junto con sus discípulos les dijo: “El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará. ¿De qué le servirá al hombre ganar el mundo entero si pierde su vida?” (Mc 8,34-36)

Oración: Señor, Tú nos dijiste que para seguirte era necesario abandonarlo todo, cargar nuestra cruz y caminar tras de ti. Yo ya tengo la cruz de mi enfermedad sobre mis hombros. Pero no siempre te la ofrezco a Ti. ¡Cuántas veces no me aferro a ella y me dejo vencer por el miedo y la desesperanza y caigo por tierra! Te pido Señor que me ayudes a renunciar a mí mismo, a mis miedos, a mis egoísmos, a mis exigencias, a pensar solamente en mis necesidades cuando hay muchos a mi alrededor que también tienen sus problemas y preocupaciones. Ayúdame a vencer mi egoísmo, y a que mi enfermedad y mi persona no sean lo más importante en mi vida. Ayúdame a poner mi vida en tus manos, a renunciar a querer ser yo el centro de atención, cuando el centro debes ser sólo Tú. Te doy gracias Señor porque has dado un sentido a mi vida mostrándome la vocación misionera, y te pido por todos los enfermos del mundo que han perdido la esperanza, para que te encuentren a Ti, que eres el Camino la Verdad y la Vida. Perdón Señor, porque pequé contra Ti.

Padrenuestro, Gloria.


4TA ESTACION: Jesús encuentra a María, su madre.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: María ha sido anoticiada de la triste suerte de su hijo. Va presurosa a su encuentro. No se dicen palabras, pero con la mirada se entienden. En el corazón de María resuenan las palabras de Jesús: “¿Acaso no sabías que tengo que ocuparme de las cosas de mi Padre?”. Y con la mirada, ella responde nuevamente: “Yo soy la esclava del Señor, que se haga en mí su Voluntad”. Frente al dolor de su Hijo y la impotencia de no poder hacer nada por El, María siente que su corazón se desgarra, pero respeta su decisión de morir por nosotros, porque sabe que su Hijo no es su propiedad exclusiva, porque “su madre y sus hermanos son todos aquellos que escuchan la Palabra de Dios y la practican”.

Oración: Señor, tu Madre María te acompañó en todo momento, hasta en los más duros. Ayúdame a imitar su ejemplo, acompañándote yo también. Sé que cuando me siento solo, no es porque Tú dejaste de acompañarme, sino porque yo dejé de acompañarte a Ti. Dame fuerzas para perseverar junto a Ti y nunca renegar de tu Amor infinito, por más difíciles que sean las situaciones que me toque vivir. Te ofrezco mi enfermedad Señor diciendo, al igual que María: “Yo soy la esclava del Señor, que se haga en mí su Voluntad”. Yo también quiero ser tu madre y tu hermano, Señor, por eso escucho tu Palabra y te pido que me des fuerza y coraje para practicarla. Te pido Señor por todos los hombres del mundo que no te conocen, para que encontrando a María, tu Madre, te encuentren también a Ti. Perdón, Señor, pecamos contra ti.

Padrenuestro, Gloria.

5TA ESTACION: El Cireneo ayuda a Jesús a cargar la cruz.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: “Cuando llevaban a Jesús camino al Calvario, detuvieron a un tal Simón de Cirene, que volvía del campo, y lo cargaron con la cruz, para que la llevara detrás de Jesús” (Lc 23,26)

Oración: Señor, aquel Cireneo fue capaz de salir de sí mismo para ir a tu encuentro y ayudarte. Enséñame a descubrir que yo también puedo ser Cireneo en mi vida ayudando en la medida de mis posibilidades a aquellos que me necesitan. Mi enfermedad no debe ser una excusa para que los demás tengan que ayudarme siempre a mí. Los que me rodean, también tienen problemas y preocupaciones, y yo puedo encontrar muchas maneras para ayudarlos: escuchando, aconsejando, o simplemente apoyando y amando... Ayúdame a ser como el Cireneo para las personas que me rodean. Te pido también Señor por todos los Cireneos del mundo, que trabajan día a día por la propagación del Evangelio y de tu Iglesia por el mundo y, especialmente, por aquellos que dedican su vida a la atención pastoral de los enfermos y ancianos: agentes de Pastoral de la Salud, Ministros de la Eucaristía y Legionarios de María, que día a día, llevan tu presencia a los hogares y hospitales donde hay enfermos y ancianos que te esperan, dales fortaleza y perseverancia para cumplir con su misión. Perdón, Señor, porque pequé contra Ti

Padrenuestro, Gloria.

6TA ESTACION: Una mujer seca el rostro de Jesús.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: El rostro de Jesús está marcado por el dolor y el cansancio y bañado de sudor y sangre. De entre la multitud, aparece una mujer que se apiada de él, y con un pañuelo le seca el rostro. Tu rostro bendito, Señor, queda para siempre estampado en ese paño que fue como un bálsamo en medio de tu sufrimiento…

Oración: Te doy gracias Señor porque en el mundo existen personas capaces de “secar el rostro de los demás”. Te doy gracias especialmente por las personas que me rodean y que me brindan su apoyo: ya sean familiares, amigos, conocidos, médicos, enfermeros. Bendícelos y recompénsalos Señor por el apoyo que me dan. Y si yo puedo ser útil a los que me rodean tal vez brindándoles consuelo o alguna palabra de aliento, muéstramelo Señor. Te pido por los agentes sanitarios, médicos y enfermeros de todo el mundo, para que ilumines su accionar, y sean instrumentos tuyos a través de sus acciones y recomendaciones. Perdón, Señor, pecamos contra ti.

Padrenuestro, Gloria.


7MA ESTACION: Jesús cae por segunda vez.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: Jesús sigue su camino, pero el peso de la cruz lo agobia, las fuerzas le fallan, y cae por tierra nuevamente. En El se cumplen las palabras del profeta Isaías: “Despreciado, desechado por los hombres, abrumado de dolores y habituado al sufrimiento... Pero El soportaba nuestros sufrimientos y cargaba con nuestras dolencias y nosotros lo considerábamos golpeado, herido por Dios y humillado. El fue traspasado por nuestras iniquidades y por sus heridas fuimos sanados” (Is 53,3-5). Pero a pesar de la nueva caída, Jesús se levanta y continúa su camino...

Oración: Señor, dame la fuerza para afrontar las dificultades, tal como tú lo hiciste en tu camino hacia la cruz. Y lo que es aún más importante, lo hiciste por amor. Lo soportaste todo por mí y por mis pecados. Y yo, a pesar de saber esto, sigo pecando una y otra vez, renegando de Ti, de mí mismo y de mi enfermedad, y de los que me rodean. Enséñame a soportar mi sufrimiento como Tú lo hiciste y a darle un sentido redentor. Quiero ofrecerlo por mis pecados y por los pecados del mundo entero. Enséñame amar con un amor tan grande que sea capaz de olvidar mi propio sufrimiento con tal de lograr la felicidad de los demás. Así como “por tus heridas fuimos sanados”, te pido Señor la gracia de unir mis heridas a las tuyas y que por mis heridas sean sanados tantos hombres y mujeres de todo el mundo que viven en el pecado y en el desconocimiento de tu Amor. Perdón, Señor, pecamos contra ti.

Padrenuestro, Gloria.


8VA ESTACION: Jesús consuela a las mujeres.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: “En el camino hacia el calvario, seguían a Jesús muchos del pueblo y un buen número de mujeres que se golpeaban el pecho y se lamentaban por él. Pero Jesús, volviéndose hacia ellas les dijo: Hijas de Jerusalén! No lloren por mí, lloren más bien por ustedes y por sus hijos” (Lc 23,27-28)

Oración: A aquellas mujeres les dijiste que era inútil lamentarse en vano, que más valía preocuparse por cambiar la vida. Ayúdame a no ser como aquellas mujeres, a no vivir quejándome y lamentándome por mi enfermedad, por sentir que los que me rodean no me quieren lo suficiente, o preguntándome: “¿Por qué a mí?”. Sé que eso es inútil Señor y que solo contribuiría a hacerme infeliz. Enséñame, por el contrario, a buscar primero tu Reino, convencido que todo lo demás me será dado por añadidura y a esforzarme por llevar una vida santa y que sea testimonio de amor para quienes me rodean. Te ofrezco Señor mi enfermedad. No reniego de ella, no, sino que por el contrario, te agradezco porque es la manera que tengo de estar unido a Ti y a tu pasión y muerte. Mi enfermedad es la manera que tengo de participar de tu Cruz y de contribuir ofreciéndola con amor, por la conversión de los que no te conocen. Perdón, Señor, porque pequé contra Ti.

Padrenuestro, Gloria.


9NA ESTACION: Jesús cae por tercera vez.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: El camino es largo y difícil y la cruz se vuelve cada vez más pesada. Por tercera vez cae en tierra rendido por el cansancio, y el dolor, la falta de comida y de bebida. Pero no se da por vencido: ya se ha puesto en las manos del Padre y tiene que llegar al final, así que se sobrepone y se pone de pie. Años más tarde, Pedro escribirá en una de sus cartas: “¿Qué gloria habría en soportar el castigo por una falta que se ha cometido? Pero si a pesar de hacer el bien, ustedes soportan el sufrimiento, esto sí es una gracia delante de Dios. A esto han sido llamados, porque también Cristo padeció por ustedes y les dejó un ejemplo a fin de que sigan sus huellas”. (1Pe 2,20-21)

Oración: Señor, a pesar de haber caído por tercera vez, te levantaste y seguiste adelante. A veces me cuesta tanto perseverar en tu camino... Bien sé que mi enfermedad no es ningún castigo, porque Tú no eres un Dios vengativo, sino que es una circunstancia desagradable de la vida que me ha tocado padecer. Precisamente por eso, tiene mérito soportar este sufrimiento inmerecido, al igual que Tú tuviste que soportar tu cruz. Ayúdame a nunca dejar de seguirte, por más que mi enfermedad se prolongue, que nunca me canse de ofrecértela con paciencia y con amor. Tú lo hiciste como ejemplo para que yo siguiera tus huellas. Te pido Señor por todos los enfermos y ancianos del mundo que se han dado por vencidos y que solo desean morir para acabar con su sufrimiento: dales una luz de esperanza y muéstrales que nunca está todo perdido, mientras nos quede un aliento de vida. Perdón Señor, porque pequé contra Ti.

Padrenuestro, Gloria.


10MA ESTACION: Desnudan a Jesús.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: “Los soldados tomaron las vestiduras de Jesús y las dividieron en cuatro partes, una para cada uno. Tomaron también la túnica, y como o tenía costura, porque estaba hecha de una sola pieza de arriba a abajo, se dijeron entre sí: No la rompamos. Vamos a sortearla para ver a quién le toca. Así se cumplió la escritura que dice: Se repartieron mis vestiduras y sortearon mi túnica.” (Jn 19,23-24b)

Oración: Señor, en tu cruz, te quitaron hasta lo último que tenías: tus ropas, tu túnica, pero no pudieron quitarte lo más grande que tenías y que era el AMOR tan grande a los hombres, que fue capaz de llevarte hasta la muerte. Te pido Señor que me ayudes a no aferrarme a las cosas materiales, a no depender de ellas, a no desesperarme si a veces no son suficientes, o a no almacenarlas inútilmente si son demasiadas. Enséñame a ser pobre, Señor, como Tú lo fuiste en la cruz. Te pido por todas las personas que sufren la pobreza en el mundo, para que no les falte lo indispensable. Y te pido también por aquellos que tienen de sobra, para que no se pierdan en su egoísmo y aprendan a compartir con los que no tienen. Perdón, Señor, porque pequé contra Ti.

Padrenuestro, Gloria.


11RA ESTACION: Clavan a Jesús en la cruz.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: “Cuando llegaron al lugar llamado del Cráneo, lo crucificaron. Jesús, mientras tanto, decía: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen.” (Lc 23,33ª.34ª)

Oración: Señor, hasta en el último momento mientras sufrías los dolores de los clavos que te traspasaban, pensaste en cada uno de nosotros suplicando a tu Padre que nos perdonara. Enséñame a perdonar a mis hermanos. Desde mi enfermedad, tengo la enorme y maravillosa posibilidad de identificarme contigo, doliente en la cruz, y hacer carne propia las palabras de san Pablo: "Estoy crucificado con Cristo y ya no vivo yo, es Cristo que vive en mí. Vivo de la fe en el Hijo de Dios que me amó y se entregó por mí". Quiero compartir tu cruz, Señor. Y que como tu muerte, mi vida sea útil a los demás, por eso te ofrezco mi enfermedad, Señor, por mis pecados y por los pecados de todos los hombres del mundo. Perdón, Señor, porque pequé contra Ti.

Padrenuestro, Gloria.


12DA ESTACION: Jesús muere por amor a nosotros.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: “Era alrededor del mediodía. El sol se eclipsó y la oscuridad cubrió toda la tierra hasta las tres de la tarde. El velo del Templo se rasgó por el medio. Jesús, con un grito, exclamó: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu. Y diciendo esto, expiró. El centurión, y los hombres que custodiaban a Jesús, al ver el terremoto y todo lo que pasaba, se llenaron de miedo y dijeron: Verdaderamente este era el Hijo de Dios” (Lc 23,44-46; Mt 27,54

Oración: "No hay mayor amor que dar la vida por los que se ama", nos dijiste una vez, y no fueron sólo palabras sino que lo comprobaste con hechos, muriendo por nosotros. Tú lo diste todo, sin medida, diste tu propia vida. ¿Qué soy yo capaz de dar por Ti y por los que me rodean? Enséñame a amar como Tú lo hiciste: a todos por igual y sin medida, y que sea capaz de entregarlo todo por todos. Te pido Señor por todos aquellos que en distintos lugares del mundo, entregan su vida por amor a los demás a través de su trabajo, especialmente a los que ofrecen su tiempo para cuidar y atender a los enfermos y ancianos. Fortalécelos, Señor, y haz que la entrega de sus vidas no sea en vano. Perdón, Señor, porque pequé contra Ti.

Padrenuestro, Gloria.


13RA ESTACION: Bajan a Jesús de la cruz.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: “Al atardecer, llegó un hombre rico de Arimatea, llamado José, que también se había hecho discípulo de Jesús y fue a ver a Pilato para pedirle el cuerpo de Jesús. Pilato ordenó que se lo entregaran. Entonces José, bajó el cuerpo de Jesús de la cruz y lo envolvió en una sábana limpia.” (Mt 27,57-59)

Oración: Señor, con tu muerte nos diste la Vida, y Vida en abundancia. Tu muerte nos trajo la salvación. Ayúdame a se digno merecedor de tu salvación buscando siempre la santidad en las cosas de todos los días. Señor, tu muerte no ha sido en vano. Gracias a Ti, muchos hoy podemos vivir la alegría de ser hijos de Dios. Te doy gracias porque con tu muerte en la cruz nos reconciliaste con Dios y hoy podemos ser sus amigos. Te pido Señor por todos los hombres del mundo que no te conocen, que no saben de esta obra maravillosa que hiciste por la humanidad, para que reciban esta Buena Noticia y lleguen al conocimiento de la Verdad. Perdón, Señor, porque pequé contra Ti.

Padrenuestro, Gloria.


14TA ESTACION: Entierran a Jesús.
Invocación: Te adoramos Cristo y te bendecimos, porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo

El camino de la Cruz: “Después de bajarlo de la cruz, lo envolvió en una sábana y lo colocó en un sepulcro cavado en la roca, donde nadie había sido sepultado. Era el día de la Preparación y ya comenzaba el sábado. Las mujeres que habían venido de Galilea con Jesús siguieron a José, observaron el sepulcro y vieron cómo había sido sepultado.” (Lc 23,53-55)

Oración: Señor, tu muerte nos abrió la esperanza de la resurrección. Tú nos prometiste la vida eterna. Haz que viva de acuerdo a esta Gracia que me regalaste, buscando siempre amarte y amar a aquellos que me diste por hermanos. Muchas veces yo también me siento sepultado por mi enfermedad. Ayúdame a no quedarme sumergido en mi dolor, sino que sepa comprender que el sufrimiento es camino a la gloria, como para ti el sepulcro fue la puerta para la resurrección. Dame fuerzas señor para ser testigo de esperanza entre quienes me rodean, y acuérdate de todos aquellos valientes misioneros, hombres y mujeres, que asumen la responsabilidad de llevar tu esperanza a todos los pueblos del mundo. Perdón, Señor, porque pequé contra Ti.

Padrenuestro, Gloria.

ORACIÓN DEVOCION A LAS LLAGAS: (compuesta por San bernardo)

ORACIÓN DEVOCION A LAS LLAGAS: (compuesta por San bernardo)


Oh amado Jesús, manso Cordero de Dios, a pesar de ser yo una criatura miserable y pecadora, te adoro y venero la llaga causada por el peso de vuestra cruz que abriendo vuestras carnes desnudó los huesos de vuestro hombro sagrado y de la cual vuestra Madre Dolorosa tanto se compadeció. También yo, oh carísimo Jesús, me compadezco de Vos y desde el fondo de mi corazón te glorifico y te agradezco por esta llaga dolorosa de vuestro hombro en la que quisiste cargar vuestra cruz por mi salvación. Ah! por los sufrimientos que padeciste y que aumentaron el enorme peso de vuestra cruz, ruégote con mucha humildad, ten piedad de mí pobre criatura pecadora, perdonad mis pecados y conducidme al cielo por el camino de la cruz.Se rezan siete Avemarías y se agrega:
Madre santísima imprime en mi corazón las llagas de Jesucristo crucificado...(Indulgencia de 300 días)

Oh dulcísimo Jesús, no seas mi juez sino mi salvador...(Indulgencia de 100 días)
AVE MARIA PURISIMA SIN PECADO ORIGINAL CONCEBIDA.

• Oración por el Medico


Padre Celestial,
Tu hijo, Señor después de subir al cielo envió sobre los apóstoles el Espíritu Santo que había prometido,para que ahondaran en los misterios del reino;
por eso te pedimos que repartas también entre los medicos los dones de este mismo Espíritu para que puedan aliviar nuestro dolor,
dale conocimientos y sabiduria para que puedan curar a todos los que acudimos a Su servicio, dale amor y piedad para que vea en cada uno de nosotros a Jesus,
dale fortaleza y perseverancia para que en los casos mas dificiles no se desesperen,
dale fe para que sepan que Dios esta muy por encima de la ciencia,
dale humildad para que vean en su trabajo las necesidades de los pobres y afligidos.
Todo esto te lo pedimos por medio de tu hijo Jesus, Médico Divino. Amen.

•Peticiones

Escribanos su nombre, edad, pais de origen y su enfermedad a traves de nuestro correo electronico:
JesuSaname@gmail.com

•Oración del enfermo

1- Oración de un enfermo:
Señor Jesús, te agradezco el don de la vida. Tú conoces las personas y las circunstancias que me han formado ya sea física, emocional y espiritualmente. Ellas, y las más íntimas experiencias de mi mente y de mi corazón, me han hecho la persona que soy ahora.Perdóname, Señor, por todas las veces que te he fallado, por mifallas contra mi mismo y los demás. Al mismo tiempo, perdono a todos los que me han fallado de alguna manera y me han herido.Ayúdame a ver que mi enfermedad tiene una parte muy importante en mi vida. Ella me ayudará a ser plenamente la persona que Tu quieres que yo sea. No permitas que yo pierda o desperdicie lo que Tú quieres hacer conmigo para hacer completa mi vida en esta tierra y para preparar mi vida contigo en el Cielo.Ahora yo no puedo orar de la manera que quisiera. (Estoy adolorido, cansado confundido). Te pido que aceptes cada uno de mis respiros como un acto de amor y de confianza en Ti.Tú eres mi Salvador. Yo quiero descansar sobre tu amante Corazón en la seguridad y en la paz, como un niño en los brazos de su padre. Yo sé que Tú no me abandonarás. Amén

2-Oracion de un enfermo:
Oh Dios!, de mi debilidad y mi fortaleza,de mi tristeza y de mi alegria,de mi soledad y compasion,de mi incertidumbre y esperanza.
En la noche de mi enfermedadme pongo en tus manos de Padre:Alumbra esta oscuridad con un rayo de tu Luz,abre una rendija a mi esperanza,llena con tu Presencia mi soledad.
Senor, que el sufrimiento no me aplaste,para que tambien ahorasienta el alivio de tu Amory sea agradecido a la generosidadde cuantos sufren conmigo. Amen
Obtenido en: Grupo de Oracion Santo Cura de Ars

Promesas de sanacion en la Biblia

Jesús sana a muchos enfermos: Mateo 8:16-17
Al atardecer, le llevaron muchos endemoniados, y con una sola palabra expulsó a los espíritus, y sanó a todos los enfermos. Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por el profeta Isaías: «Él cargó con nuestras enfermedades y soportó nuestros dolores.»


Jesús sana a la Suegra de Pedro: Mateo 8:14-15, Lucas 4:38-39
Entró Jesús en la casa de Pedro, y vio que su suegra estaba postrada en cama con fiebre.
El le tocó la mano, y la fiebre la dejó. Luego ella se levantó y comenzó a servirle.
Al atardecer, trajeron a él muchos endemoniados. Con su palabra echó fuera a los espíritus y sanó a todos los enfermos,
De modo que se cumpliese lo dicho por medio del profeta Isaías, quien dijo: El mismo tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades.


Jesús sana al siervo del centurión: Mateo 8: 5-13, Juan 4:43-54
Cuando Jesús entró en Capernaúm, vino a él un centurión y le rogó diciendo: —Señor, mi criado está postrado en casa, paralítico, y sufre terribles dolores.
Y le dijo: —Yo iré y le sanaré.
Respondió el centurión y dijo: —Señor, yo no soy digno de que entres bajo mi techo. Solamente di la palabra, y mi criado será sanado.
Porque yo también soy un hombre bajo autoridad y tengo soldados bajo mi mando. Si digo a éste: “Vé,” él va; si digo al otro: “Ven,” él viene; y si digo a mi siervo: “Haz esto,” él lo hace.
Cuando Jesús oyó esto, se maravilló y dijo a los que le seguían: —De cierto os digo que no he hallado tanta fe en ninguno en Israel.
Y os digo que muchos vendrán del oriente y del occidente y se sentarán con Abraham, Isaac y Jacob en el reino de los cielos,
pero los hijos del reino serán echados a las tinieblas de afuera. Allí habrá llanto y crujir de dientes.
Entonces Jesús dijo al centurión: —Vé, y como creíste te sea hecho. Y su criado fue sanado en aquella hora.


Jesús sana a un leproso: Mateo 8:1-4, Marcos 1: 40-45
Cuando descendió del monte, le siguió mucha gente.
Y he aquí vino un leproso y se postró ante él diciendo: — ¡Señor, si quieres, puedes limpiarme!
Jesús extendió la mano y le tocó diciendo: —Quiero. ¡Sé limpio! Y al instante quedó limpio de la lepra.Entonces Jesús le dijo: —Mira, no lo digas a nadie; pero vé, muéstrate al sacerdote y ofrece la ofrenda que mandó Moisés, para testimonio a ellos.

La mujer enferma y la hija de Jairo: Mateo 9:18-26, Lucas 8:40-56
Hablando él estas cosas á ellos, he aquí vino un principal, y le adoraba, diciendo: Mi hija es muerta poco ha: mas ven y pon tu mano sobre ella, y vivirá. Y se levantó Jesús, y le siguió, y sus discípulos. Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre doce años había, llegándose por detrás, tocó la franja de su vestido: Porque decía entre sí: Si tocare solamente su vestido, seré salva. Más Jesús volviéndose, y mirándola, dijo: Confía, hija, tu fe te ha salvado. Y la mujer fué salva desde aquella hora. Y llegado Jesús á casa del principal, viendo los tañedores de flautas, y la gente que hacía bullicio,
Díceles: Apartaos, que la muchacha no es muerta, mas duerme. Y se burlaban de él. Y como la gente fué echada fuera, entró, y tomóla de la mano, y se levantó la muchacha. Y salió esta fama por toda aquella tierra.

•Quienes Somos y como solicitar oracion?

Somos servidores de Jesucristo que oramos por intercesión por los enfermos .